miércoles, 20 de mayo de 2009

6

No te escribo, porque mi pluma esta callada
y no queda tinta en mis venas secas.
Porque tu ausencia abrasadora dejó al poema sin poeta.

Niña añeja,
ya no fundiré más lágrimas en tu papel de seda vieja.
Dejo al alma sin diario, sin sus versos de mi puño y letra.

Que se pierdan tus atisbos con mis mensajes en botellas,
y que yazcan en tu mar,
que en esta orilla dejan huella.

A ti,
fugitiva de pasión florecida en son de guerra.
Que mis caricias queden rotas por tu corazón pulido en piedra,
y que a los pies de tu silencio algún día las sientas muertas,
solitarias y desnudas, de mirada siempre tierna.

Reina de vino tinto, de noche en vela.
No sepultes los latidos
que este niño con cariño
enterró en tus frías tierras.

Guarda tus puñales asesinos y piérdete en tu densa niebla,
que ya conozco este camino de punzadas venideras.

Y desterrado de tus labios al olvido,
voy vacío por mi antigua senda
abrazado a lo perdido…
niña triste y sin poeta.

jueves, 23 de abril de 2009

5

Un soñador con un mal despertar
y el despertar de un mundo soñado.
Esclavo del pecho abierto,
libertador de los ojos cerrados,
mensajero del olvido y de los latidos pasados,
raíz en tierra escondida, copa en una noche de verano.

Óleo bajo la lluvia
y arco iris en blanco y negro,
bastón de pies cansados,
y en el amor... guerrillero.

Soy la jungla malherida, un oasis del desierto,
soy la vuelta de la esquina y horizonte del viajero,
el himno de la noche y la mirada clavada en su cielo,
soy del abrigo el broche y del anciano su anhelo,
la huella en la memoria y la garra en el subsuelo.
Soy el despertar de un soñador
que no perdió su sueño.

miércoles, 25 de febrero de 2009

4

Como arrancarse las vísceras a puñados de ira.
Como ensangrentar las lágrimas en odio añejo.
Como hemorragia interna de hiel y desidia.
Como hacha incrustada que desangra el recuerdo.
Como quemadura del rencor al rojo vivo en la herida.
Como degollarse la garganta con oxidado silencio.
Como ahorcar, retorcer y destripar la conciencia perdida
de rebeldía cruenta, de vómitos sinceros.

Despierto entre agujas y cristales,
entre cristales y agonía.
Quiero ser grito que apague el llanto…
gritando, sigo gritando.

Clavando las uñas en la piedra,
sigo gritando y pierdo los días.
Abro los ojos, vuelven las arcadas dolidas.
Que se ahogue el llanto!! Sigo gritando, sin vida.

Me apago arrastrando mi existencia tardía,
arrastrado, de luto, por punzantes caricias,
agonizo, me ahogo, me apago…
gritando, sigo gritando…

martes, 9 de diciembre de 2008

3

Vuelvo del día buscando la noche,
pergamino donde sangro las melodias diurnas,
aquella que acuna y cierra los ojos de la soledad bélica,
la que da muerte al guerrillero de ideal perdido.

Noche de paso y genocida.
A sus espaldas carga la muerte de inumerables sonrisas.
Que abriga y desnuda en el calor de su silencio,
y en la razón de su recuerdo
amaina las brisas torcidas.

Noche de bruma, de maderas quemadas,
ciega en el verso, de inocencia callada,
de hora estancada, de agujas clavadas,
se muestra, encuentra, tortura y ampara,
que entre gritos que desgarran estridentes la garganta
devuelve el delirio que en la soledad calma.

Noche de salto al vacio sin alas,
rompiendo los huesos del día contra rocas escarpadas.

Vuelvo del día a la tregua velada.
Vuelvo, y al volver, me encuentro sin nada.

lunes, 17 de noviembre de 2008

2

Porque se me cae la vista al suelo,
porque el orgullo no me perdona más funerales,
y porque el sol ya solo sale para quemar tu recuerdo,
yo, niña... ya no te busco, ya no te creo

Porque el llanto en la herida ya no es consuelo,
por las sonrisas perdidas, por el olvidado recuerdo,
y porque la soledad añora tenerme en su seno,
ya no te busco, niña... ya no te creo

Porque de las cenizas nace un dulce silencio,
y por el niño ahogado que perdió el corazón en su pecho,
porque aunque no lo siento, creo que te sigo creyendo,
quizás te buscara... pero ya no lo quiero

Ya no quiero suspiros sin un lienzo donde pintarlos,
ni sangrar si en el olvido cae todo lo sangrado,
y aun así sangro y suspiro...
aun así sigo jugando...

Pero por esculpir otra cicatriz en el camino que ando,
por embriagar de inocencia las huellas de lo caminado,
porque mi puño me pide escribirte en el silencio,
quizás, niña... te siga sintiendo

Porque quiero jugar a que existe algo bello,
por conservar los latidos en melodías y sueños,
porque aunque no lo creo, siento que te sigo sintiendo,
te buscaré, niña... por inspirarme estos versos

sábado, 20 de septiembre de 2008

1

Entre claros de un día
y días oscuros
cabalgas tú, corcel solitario,
de pies cansados, de rienda muerta.
Y una brisa de cristal
abriga tu frío otoño.
Y así cabalgas,
a la cima del sueño roto,
más roto en la gélida niebla.
Y embriagadas de lunas de ensueño
rompen las olas en tu orilla.
Y en contra del viento del muerto día
cabalgas tú, corcel solitario
acariciando la brisa
de tu dulce agonía