jueves, 23 de abril de 2009

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Un soñador con un mal despertar
y el despertar de un mundo soñado.
Esclavo del pecho abierto,
libertador de los ojos cerrados,
mensajero del olvido y de los latidos pasados,
raíz en tierra escondida, copa en una noche de verano.

Óleo bajo la lluvia
y arco iris en blanco y negro,
bastón de pies cansados,
y en el amor... guerrillero.

Soy la jungla malherida, un oasis del desierto,
soy la vuelta de la esquina y horizonte del viajero,
el himno de la noche y la mirada clavada en su cielo,
soy del abrigo el broche y del anciano su anhelo,
la huella en la memoria y la garra en el subsuelo.
Soy el despertar de un soñador
que no perdió su sueño.