lunes, 17 de noviembre de 2008

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Porque se me cae la vista al suelo,
porque el orgullo no me perdona más funerales,
y porque el sol ya solo sale para quemar tu recuerdo,
yo, niña... ya no te busco, ya no te creo

Porque el llanto en la herida ya no es consuelo,
por las sonrisas perdidas, por el olvidado recuerdo,
y porque la soledad añora tenerme en su seno,
ya no te busco, niña... ya no te creo

Porque de las cenizas nace un dulce silencio,
y por el niño ahogado que perdió el corazón en su pecho,
porque aunque no lo siento, creo que te sigo creyendo,
quizás te buscara... pero ya no lo quiero

Ya no quiero suspiros sin un lienzo donde pintarlos,
ni sangrar si en el olvido cae todo lo sangrado,
y aun así sangro y suspiro...
aun así sigo jugando...

Pero por esculpir otra cicatriz en el camino que ando,
por embriagar de inocencia las huellas de lo caminado,
porque mi puño me pide escribirte en el silencio,
quizás, niña... te siga sintiendo

Porque quiero jugar a que existe algo bello,
por conservar los latidos en melodías y sueños,
porque aunque no lo creo, siento que te sigo sintiendo,
te buscaré, niña... por inspirarme estos versos